ENTRÉGATE de Mariel Ruggieri

Antes de escribir mi reseña, quiero agradecer a Mariel y a Esencia de Editorial Planeta, por la deferencia de enviarme un ejemplar de la novela para disfrutarla y reseñarla.

También agradecer a Mariel por el hermoso detalle de nombrarme en los agradecimientos, junto a otras amigas en la distancia, quienes disfrutamos de todos los momentos que compartió cuando estaba escribiendo Maribel, la que terminó siendo lo que hoy tenemos: “ENTRÉGATE”.  Porque al unirnos en ese agradecimiento, nos ha hecho perdurables en el tiempo.

Hablar de esta historia es para mí un placer, porque cuando se empezó a escribir no se sabía cuando ni como vería la luz… y una luz potente y brillante se ve en ella. Las que ya la hayan leído me entenderán.

Mientras iba conociendo a Maribel me di cuenta de que en algunos momentos me sentía identificada con ella. Es una mujer con una vida marcada, y que a mi parecer, llegó a creer que no se merecía el verdadero amor y se conformó con lo que encontró. En lo que discrepo con la escritora, y es mi opinión particular, es en las palabras que le dice Sylvia a Maribel… algo así sobre que ella no había disfrutado del sexo porque se casó sin estar enamorada…, yo creo que eso no es así, creo que no disfrutaba porque su marido no sabía excitarla sexualmente.

Es bien sabido que no hay que estar enamorado para disfrutar del sexo…, otra cosa muy distinta es lo que se siente cuando se hace sin amor, a cuando se hace enamorado.

¿Cuántas mujeres nos hemos sentido como Maribel en algún momento de nuestras vidas?, ¿cuántas se dejan llevar por la inercia en vez de luchar por lo que quieren…? y sobre todo, ¿cuántas no se valoran, ni respetan a sí mismas?  MUCHAS, más de las que deberían.

Para Maribel todo se había vuelto oscuro, su vida había caído en un pozo…, pero cuando llegas a lo más hondo, al final tiendes a subir en busca de la superficie. En esa subida, llegó la luz a Maribel, pero fue un fogonazo, un destello brillante envuelto en el azul más hermoso que jamás había visto en unos ojos.

El encuentro y atracción de Maribel y Franco es INTENSO, pero no sólo en el aspecto físico, va más allá, es un encuentro de ALMAS, dos almas torturadas por la vida. Dos almas necesitadas de verdadero amor, ese amor que no exige sin dar, ese amor que piensa primero en el ser amado, en su felicidad ante todo. Ese era el amor que ambos buscaban sin saber, y que encontraron un día cuando sus miradas se cruzaron en el espejo de un ascensor.

Cuando me refiero a intensa, no sólo es por las escenas con carga erótica que tiene esta novela… si no, me refiero a la historia en sí… es intensa por los sentimientos que transmite Maribel, intensa por los conflictos internos de casa uno de los protagonistas…, lo que nos demuestra cómo puede marcarnos un suceso en la vida, como el sentimiento de culpa puede afectar a una persona. Intensa por la forma en la que el amor les llega…, sencillamente son atropellados por Cupido.

Intensa porque habla de sentimientos muy fuertes, como son: El odio, la obsesión, la pasión, el amor; y lo que dichos sentimientos pueden provocar en las personas, tanto de manera positiva, como negativa… e intensa, por el amor tan fuerte que ambos llegarán a prodigarse, un amor capaz de luchar contra todo…

Hay muchas frases que perdurarán, muchos pasajes que podría compartir con ustedes, pero he elegido este, porque para mí es sencillamente perfecto…

“Terminamos los tres en la cama, mirando Dora la exploradora hasta que padre e hija se duermen con las cabezas juntas.

Y mientras llevo en brazos a Giulia a su cuarto, se me ocurre pensar que esto es, verdaderamente y sin reserva, hacer el amor.”

Para terminar sólo decir dos cosas que no me gustaron…

Una es como le dice él que la ama… no diré nada para las que aún no hayan leído la historia, pero… Mariel… eso no se hace, que falta de romanticismo el de la fiera…

La segunda…, no haber leído más sobre ellos después del momento crítico… me faltó más, mucho más… y no sólo de la linterna.

Mariel Ruggieri nos sorprende con una historia que nos hará desear entregarnos…