Anastasia y Christian… así empezó la historia. Una chica joven, sencilla e inocente nos cuenta la historia que vivió al conocer a Christian Grey. A través de sus ojos y sensaciones vamos a conocer a un hombre con un pasado muy oscuro… Ella lo atraerá con su amor a la luz y él le enseñará a encontrar sus limites y hasta donde puede disfrutar de su sexualidad. Ambos encontrarán el equilibrio entre el amor y la pasión, la ternura y el juego duro. Y así terminaremos de vivir junto a Ana una historia de sexo pervertido que se convertirá en un amor profundo.
Pero… ¿Qué sintió Christian cuando la señorita Steel aterrizó de
rodillas en su oficina? ¿Cómo vivió la relación que se iba desarrollando entre
ambos? Esas preguntas y muchas más, logramos contestar cuándo se publicó
Grey y Más Oscuro. La misma historia, pero desde otra perspectiva… la del
protagonista.
Hemos tenido que esperar más de tres años para leer el desenlace, para
saber como sufrió Grey con las verdades que tuvo que afrontar… verlo crecer y
madurar emocionalmente.
Puedo decir que ha merecido la pena la espera… En Liberado, la
escritora nos ha regalado momentos que no habíamos podido disfrutar… esos
preparativos, ese noviazgo hasta la boda. Hemos visto a un hombre terminar de
abrirse al amor, no solo de su prometida, sino de toda su familia. A un hombre
crecer y lograr perdonarse además de aceptar y perdonar a su madre. Un hombre
que logra reconocer cosas que no estuvieron bien, aunque para él fueran positivas
en su momento… Pero, sobre todo, hemos aprendido que las experiencias que vives
en tu niñez y adolescencia marcan tu vida adulta, para bien o para mal.
Muchos siguen pensando que esta historia solo va de sexo duro…, para mi
siempre fue mucho más que eso. Fue un descubrimiento al amor y a sexualidad
sana, divertida y picante. Dos personas descubrieron el amor profundo, ese que es
tan intenso que puede hasta doler. Descubrieron una atracción sexual que era
tan fuerte que se palpaba cada vez que estaban cerca. Se abrieron y poco a poco
disfrutaron del sexo explorando los límites a los que ambos aceptaban llegar.
Porque en definitiva de eso se trata el amor y el sexo, de consensuar y
disfrutar juntos. De hablar, dialogar y compartir… solo así puedes saber que
quiere tu pareja, que disfruta y hasta donde quiere llegar.
Para Christian fue todo un descubrimiento… aprender a compartir,
aprender a ceder de vez en cuando el control que le permitía dominar todas las
situaciones. Aprender a vivir sin miedo al dolor, entendiendo que todos los
sentimientos forman parte de la vida.
Él era un niño perdido en el horror que vivió y un adolescente utilizado.
Vivía alejado de cualquier situación que pudiera hacerle daño. No quería volver
a pasar hambre y, sobre todo, volver a sufrir una perdida que le destrozara.
Por ello se mantenía en su torre solitario y se dedicaba a existir no vivir.
Si habéis leído el primero y segundo contado por Grey… no podéis dejar
de leer este desenlace.
Vuelvo a decir… a muchos no les gustó y a otros atrapó… para gustos los
colores. Lo que si os puedo garantizar es que cada lector habrá sacado su
propia conclusión de esta historia…
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―Estás
dominando desde abajo, ¿sabes? ―murmuro contra sus labios.
―¿Qué?
―jadea.
―No
te preocupes. Viviré con ello.
Hasta que la muerte nos separe, Anastasia Grey.
Porque te quiero.
Más que a la vida misma.
Y sé que tú me quieres a mí.