Sylvia Day sigue sorprendiéndome;
un extraño en mi cama es una historia ambientada en la época histórica,
donde como ya sabemos, la aristocracia se casaba por conveniencia, por
dinero, por títulos… pero pocas veces por amor.
En la historia de Isabel o
Pel como se la conoce y Gerard, encontramos a dos personas que viven su vida
sin importarles el qué dirán de la sociedad. Curiosamente Sylvia repite con una
protagonista unos años mayor que el protagonista.
Isabel, es viuda y como tal
ha decidido vivir su vida, no quiere volver a casarse, sino disfrutar del sexo
teniendo todos los amantes que ella quiera. Su premisa, sus amantes tienen que
ser solteros o viudos, jamás casados. ¿Por qué? Se preguntarán, porque su
marido no respeto los votos matrimoniales y ella lo amaba.
Gerard, es un joven vital,
guapo, rico, el cual no puede dejar de disfrutar de las mujeres, por lo tanto
tiene todas las amantes que quiere, aunque su corazón pertenece a un amor
prohibido. Es alegre a pesar de tener una madre cruel que no le deja vivir.
Él decide que para poder
seguir viviendo su vida como quiere, necesita una esposa liberal como él y así
tener un matrimonio que le permita hacer lo que quiere, además de poder
fastidiar a su madre. Por lo tanto le propone a Isabel que se casen, ellos se
conocen, se llevan bien y saben que el matrimonio les conviene a ambos.
Todo iba sobre ruedas, hasta
que una fatídica noticia cambia por completo la vida de Gerard, haciéndolo desaparecer
durante 4 años.
Cuando Gerard decide regresar,
lo hace totalmente cambiado, ya no es el joven alocado de antaño, ahora es un
hombre que sabe lo que quiere… y eso es, a Isabel, su esposa. Viene decidido a
conquistar a su mujer y tener un matrimonio normal.
Para Isabel, el reencuentro
es impactante, porque de un joven alegre, se encuentra con un hombre atractivo,
serio y misterioso, que desea algo que ella jamás deseo, tener un matrimonio.
A partir de ese momento
entre ellos nacerá una atracción intensa que los hará embarcarse en una relación
de la que ambos quieren cosas diferentes. Pero a pesar de terceras personas, de
malas intenciones, Gerard le demostrara a Isabel, que él no es como su difunto
marido, le demostrara que ella es todo lo que él quiere y desea, haciendo que
Isabel vuelva a creer en el amor.
Una historia intensa, como
muchas escenas sexuales, mucha pasión compartida por ambos, pero también mucha
complicidad, amistad y ternura.
Lo que también me gusta de
las novelas de Sylvia es que siempre hay otra historia paralela, y en este caso
es la del hermano de Isabel, Rhys que es un cínico que no cree en el amor, cree
en las relaciones sexuales como lo mejor, amar a todas las que pueda, pero en
su vida se cruzara la mujer que lo volverá literalmente loco… y no por su
belleza, sino por su intelecto.
Esta es una historia, donde
la edad no importa cuando hay amor, donde las oportunidades llegan sin
buscarlas y lo que había comenzado como un matrimonio de conveniencia entre dos
amigos, termino en un amor intenso y apasionado.
Un extraño en mi cama, está lleno de sensualidad,
pasión y sobre todo amor.
Un pequeño adelanto…
—Yo no cambiaría nada de ti —susurró
Gerard, observando la belleza de su esposa y la fuerza interior que la convertían
en la mujer que era. Única e incomparable—. Y lo que seguro que no cambiaria es
tu edad. Solo una mujer con experiencia es capaz de mantener a raya a un hombre
tan dominante como yo.
—Gerard. —Ella se sentó en
el suelo, a su lado, y lo atrajo contra su torso para abrazarlo y pegarlo a su
corazón—. Supongo que ya tendría que saber que cuando tiras piedras en mi
ventana, mi vida está a punto de cambiar drásticamente.
—Si tendrías que saberlo.
—Eres un seductor y un
canalla —añadió con una sonrisa, pegada a la frente de él.
—Si, pero soy tu seductor y
tu canalla.
—Sí.—Se rió quedamente—.
Eres muy distinto del hombre con el que me case, pero lo único que no ha
cambiado, gracias a Dios, es que sigues siendo un seductor. Y es así
exactamente como te quiero.
Él se movió, sujetó a Isabel
por la espalda y la tumbo despacio en el suelo.
—Yo también te quiero.
Como novela erótica no está mal, pero para mi gusto (como digo en la crítica en mi blog) falló estrepitosamente en la documentación y en la línea temporal de los acontecimientos previos a la historia (no me salen las cuentas), lo que la convierte en poco creíble. A las que como a yo disfrutan con la romántica (o erótica) histórica, probablemente no les gustará, pero si no se es tan tiquismiquis en este aspecto, probablemente sí.
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