EL ÉXTASIS DE GABRIEL de Sylvain Reynard

La gran esperada continuación del Infierno de Gabriel al fin ha llegado y como muchas de vosotras, la he devorado en poco más de 3 días… que puedo decir; pues que me he quedado con ganas de más. 

En líneas generales la historia me atrapo desde la primera página, pero hay algunos puntos en los que me hubiese gustado más intervención por parte de los personajes secundarios.

Como saben todas las que hayan leído la primera parte… esta termina con Gabriel y Julia de vacaciones en Florencia, ambos explorando su sensualidad, viviendo su amor secreto, y cuando digo secreto me refiero a las implicaciones que tendría para ellos en la Universidad, sí se descubre su relación.

El escritor continúa en esta segunda parte, regalándonos escenas cargadas de sentimientos, de pasión, de un amor tan profundo que es capaz de cualquier cosa por el ser amado. Nos sigue conquistando con la forma en cómo funde el arte, la música y la poesía con la expresión del amor puro. 

Los diálogos exquisitos que nos transmiten tanto sentimiento y entrega por parte de ambos personajes, cómo ambos, son capaces de comunicarse a través del su pasión por Dante Alighieri.

Pero para mí, en esta segunda parte tiene más protagonismo Gabriel… porque hace un sacrificio por su amada, porque resuelve cosas de su pasado… pero sobre todo, porque realiza un camino de peregrinación que lo lleva a perdonarse por sus errores, lo cual aligera su carga y le permite mantener la esperanza de un futuro lleno de amor junto a Julia.

A veces las palabras pueden volverse en tu contra…

“—¿Cómo se hace eso, profesor Emerson?

—No dejándome nunca —respondió con un murmullo, volviéndose hacia ella.

—Eso no me preocupa. Lo que me preocupa es perderte.

—Entonces no tienes de qué preocuparte.”

La relación de Gabriel y Julia, va a pasar por muchas pruebas, ambos tienen muchas cicatrices y para complicarlo más, esta la inseguridad de Julianne a perder el amor de Gabriel, parece que en el fondo no termina de creerse que él la ame como dice hacerlo. Eso unido a las intrigas y la envidia, pondrán a prueba ese amor.

Pero Julia olvida rápidamente las palabras de Gabriel…

“—Se rindió demasiado pronto.

—¿Tú crees?

Gabriel la miró fijamente.

—Si yo bajara en busca de tu alma, ni todos los querubines negros juntos podrían apartarme de ti.

Un escalofrío recorrió la espalda de Julia.

—Haría lo que fuera necesario para salvarte —añadió él y, en ese momento, su expresión y el tono de su voz no admitían discusión—. Incluso aunque tuviera que pasar la eternidad en el infierno con tal de lograrlo.”

Aunque en muchos aspectos Julia evoluciona y se muestra más madura, en el momento clave, en el que debería haber confiado en Gabriel por encima de las apariencias, ella no lo hace… y eso me molesto muchísimo, porque él le demostraba día y noche, con hechos y palabras todo el amor que ella le inspiraba… la mayor demostración es la que Julia no sabe valorar.

A pesar del desgarro, del sufrimiento, de la tentación por las que pasa Gabriel al verse solo, este no sucumbe y sale reforzado de su exilio.

Una de las escenas que me hubiese gustado conocer, fue el encuentro entre Paulina y Gabriel, creo que ella debería hacer tenido un poco más de participación en la historia, porque fue alguien importante en su pasado, podemos afirmar que fue una víctima del antiguo Gabriel.

Un personaje entrañable es el querido Paul, el siempre amigo que quiso y no pudo, pero que a pesar de todo, siguió fiel a su amiga. Aquí, nos damos cuenta que aunque podemos tener un amor dulce y fiel… ese no es suficiente cuando has conocido el amor de cuerpo y alma.

A lo largo de la novela, nos encontraremos con tantos momentos que se nos quedaran grabados en el corazón… donde las lágrimas brotaran y veremos cómo nace un nuevo Gabriel, más humano, más sencillo… un Gabriel en paz consigo mismo. 

Por eso decía antes, que él tiene mayor protagonismo en esta segunda parte.

Ya para terminar… no puedo dejar de mencionar la hermosa declaración de amor que le hace a Julia, me despido con parte de ella.

“—Esta manzana representa a la persona en la que me he convertido: llena de esperanza. Y de amor.

Julia miró la manzana antes de volver los ojos hacia él.

—¿Algún hombre te ha pedido que te cases con él?

Ella negó con la cabeza, cubriéndose la boca con la mano.

—Pues me alegro de ser el primero.”

¿Cómo termina esta declaración?… lo sabrán cuando lean el Éxtasis de Gabriel.