Hacía tiempo que no leía una
novela de Julia, y la verdad es que echaba de menos sus historias divertidas y
llenas de ternura.
En esta historia, los
protagonistas se conocen desde que eran niños, y una circunstancia fortuita hace
que mediante una promesa Marcus se vea comprometido a cuidar a Honoria, la
hermana de su mejor amigo; para que esta no sea víctima de un caza fortunas. Nuestro
protagonista es un hombre solitario, que no le gusta para nada Londres y menos
aún la temporada, por lo que tener que cumplir esa promesa no le era una tarea
muy agradable.
Nuestra protagonista Honoria, pertenecía
a la familia Smythe-Smith y sobre todo formaba parte del cuarteto que todos los
años destrozaban alguna pieza de música clásica en su famoso musical. Este musical
lo conocemos todas aquellas que nos hemos leído la serie de los hermanos
Bridgerton.
La señorita Honoria está muy
contrariada porque aún sigue soltera y en esta nueva temporada está decidida a
encontrar marido, quiere tener su propia familia y sobre todo quiere dejar de
tocar en el musical, y para eso, según la traducción de la familia tenía que
casarse.
Antes de empezar la temporada
pasaba unos días con sus primas en el campo y se encuentra con Marcus, y por
culpa de esa promesa él debe vigilarla; luego, por culpa de una idea inocente según Honoria, el se tuerce un tobillo al pisar un hoyo, y a consecuencia de eso
Marcus cae muy enfermo.
Honoria por el sentimiento de
culpa y su amistad de años, no duda en ir a cuidarlo con su madre, y mientras
lo cuida poco a poco y sin darse cuenta ambos se van a enamorar de una manera
adorable.
Esta historia me ha hecho recordar
a los Bridgerton, me ha encantado volver a saber de Lady Danbury que al parecer siempre
tiene algo que ver en una historia de Julia. El pícaro de Colín que pone su granito
de arena al final, haciendo que uno de los musicales de los Smythe- Smith acabe
de una manera muy romántica.
En definitiva una hermosa historia
de amor, con mucho momentos divertidos como todas las historias de Julia.
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