Como en casa

Mi blog vio la luz, el día 18 de octubre de 2012... Y vuelve a renacer hoy 13 de febrero de 2023. Espero que cuando me visiten se sientan como en casa, con la confianza de opinar sobre cualquier post, artículo o reseña. Se aceptan comentarios, correcciones y críticas siempre que sean escritas con educación, espero alimentarme de ustedes y viceversa. Creo en el continuo aprendizaje... aprendamos juntos.

miércoles, 29 de marzo de 2023

Tertulias conmigo misma...

La cruda realidad... cada uno de nosotros tenemos nuestra cruda realidad, nuestra mochila llena de: inseguridades, rechazos, decepciones, desamores, miedos y tantas otras cosas de las que no somos capaces de desprendernos. 

    Yo soy una más de vosotr@s, y he estado encerrada en mi misma regodeándome en esa mochila llena de cosas oscuras y feas, que no ayudan ni aportan, todo lo contrario... cosas que van erosionando, gota a gota, tu autoestima y tu confianza.

    Eso me llevó a perder las ganas de todo... dejar mis sueños tirados, mis pasiones olvidadas, porque, sencillamente, pensé que no valía la pena. Entonces... llegas a ese punto en el que dejas de quererte, de valorarte como la gran persona que eres, y te empiezas a autodestruir... dejando de cuidarte, porque a nadie le importas... según tus rollos mentales. 

    Tú te lo guisas... tú te lo comes. 

    Tu mente empieza a convencerte de que no vales un pimiento. De que a nadie le interesas, de que nada de lo que haces dejará huella y, así, creas un laberinto de mierdas que solo tú en tu cabeza enferma, te las crees. Y entonces, sigues bajando y bajando y parece que no tiene fin... vas cuesta abajo sin frenos, revolcándote en tu autocompasión, hasta que un día, en un segundo cualquiera, sientes que te has estrellado contra un suelo de hormigón; te das una ostia tan fuerte que todo tu cuerpo siente ese dolor, y es ahí cuando te das cuenta de que ya nos puedes bajar más y, entonces, miras a tu alrededor y todo esta oscuro, silencioso, vacío... Esa absoluta soledad te rodea y absorbe tanto, que del susto quieres salir. 

    Es en ese instante en el que te das cuenta, que tienes que buscar ayuda, buscar la objetividad de un profesional que logre conectar contigo y, poco a poco, te haga ver que todos esos pensamientos eran producto de una mente cansada... Y así, empieza el largo, doloroso y motivador trabajo para sanar, pero sanar de verdad.

    Aprender a amarte y respetarte de nuevo, aprender que eres una persona excepcional para muchos y quizás inexistente para otros tantos, pero eso no importa porque, en realidad, forma parte de la vida y es lo normal. Y vuelves a asomar la cabeza por la ventana de tu oscuridad y vez la luz... los rayos del sol que te esperan para abrazarte con su calor reconfortante, y un amago de sonrisa se vislumbra en tu boca, una pequeña luz de esperanza aparece en tus pupilas. Respiras tranquila, sabes que es el principio de la transformación. 

    Ese es el proceso que estoy viviendo, y retomar una de esas pasiones abandonadas esta sirviendo de terapia y sanación. Cada día un poco de mí se siente mejor... pasito a pasito me estoy reconstruyendo y sé que seré la mejor versión de mi misma.

    No tengas miedo... a todos nos pasa alguna vez. 

    Busca ayuda sin dudarlo.

    Escribe, baila, habla, grita... no te calles nada, suelta todo.

    Te darás cuenta, como yo, que nada es para siempre y que al final, lo que tiene que venir vendrá, solo depende de nosotros como lo aceptemos y lo procesemos.

    Un abrazo virtual lleno de energía.


                                                                                                                        Elizabeth da Silva

     


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