Como en casa

Mi blog vio la luz, el día 18 de octubre de 2012... Y vuelve a renacer hoy 13 de febrero de 2023. Espero que cuando me visiten se sientan como en casa, con la confianza de opinar sobre cualquier post, artículo o reseña. Se aceptan comentarios, correcciones y críticas siempre que sean escritas con educación, espero alimentarme de ustedes y viceversa. Creo en el continuo aprendizaje... aprendamos juntos.

viernes, 14 de febrero de 2014

A LA TERCERA VA LA VENCIDA...

Este es un relato absurdamente divertido... que me hace preguntar: 

¿Qué harías por recuperar al amor de tu vida?




―¡Mierda, mierda, mierda!, soy un imbécil, un gilipollas, y ahora ¿Qué haré? ―gritó para sí Manuel, mientras se sentaba en su despacho.
―Tío, Manuel, pero que son esos gritos… se te escucha hasta en la calle. ¿Se puede saber qué te pasa? ―preguntó su amigo y socio Raúl.
―Pasa; que la cague hermano, eso pasa.
―¿De qué hablas? ¿Explícate?
―Sonia me ha mandando a la mierda, he intentado ya dos veces que me perdone, pero nada, no quiere escucharme y ninguno de los acercamientos que busque han servido ―explicó frustrado.
―¡Joder! Ya habrá sido buena la que hiciste para que Sonia te haya dado la patada.
―Sí que fue buena, una buena cagada. Pero lo peor es que yo no tuve la culpa, y ella no me cree.
―Explícate.
―La zorra de su compañera de piso, aunque ahora es su ex - compañera, me pillo desprevenido. Acababa de llegar a buscar a mí chica, y justo cuando vio entrar a Sonia se abalanzó sobre mí y me comió la boca. Cuando reaccioné y la aparté de un empujón, ya se había liado la gorda.
―La buscona esa, Victoria se llama, ¿verdad?
―Sí, esa. Lo que me cabrea, es que yo le advertí a Sonia, que esa tía estaba siempre revoloteándome cuando ella no estaba cerca. Pero no me creyó y eso jode, jode mucho.
―Una gran cagada hermano. ¿Y cuáles son esas dos cosas que has intentando y han fracasado?
―Esperé dos días a que se le pasara el cabreo y le mande un ramo de rosas y una nota de disculpa. Me llamó, me insultó y me dijo que el ramo estaba decorando su papelera, y que con la nota se limpiaría el culo.
―¡Joder con la Sonia!
―Ya te digo Raúl, mi mujercita es de armas tomar, pero eso me gusta de ella, que no se calla ni bajo el agua.
―Y el segundo intento… ¿Habrás sido más original, no?
―Pues la imaginación no es lo mío, pero lo intenté. Esperé cinco días, y le mande un DVD en donde le explicaba lo que había ocurrido, le pedía perdón y le decía que la quería.
―Fue muy original… ¿Ella que hizo?
―Devolvérmelo quemado, y con una nota llamándome capullo.
―Lo llevas claro Manu, es dura de pelar.
―Lo sé, pero no voy a desistir… la quiero Raúl, es la mujer de mi vida.
―¿Y en qué has pensado?
―En la televisión, me voy a disculpar delante de toda España y le voy a pedir que se case conmigo.
Con los ojos abiertos, Raúl miraba a su amigo.
―¡Ostias! Si con eso no cae rendida a tus pies, no sé con qué lo hará.
―Tengo fe hermano… como dicen, a la tercera va la vencida.
―Eso no me lo pierdo.
―No te lo vas a perder, estarás entre el público al igual que Sonia.
―¡Mierda! ¿A qué programa piensas ir?
―Al Diario de Patricia.
―Tú estás definitivamente loco, ¿cómo harás para que vaya?
―Les llegarán invitaciones a todos empleados en la oficina donde trabaja Sonia. Ya hablé con su jefe y me va a echar un cable, el muy cabrón se descojono y me dijo que no se lo perdía por nada ―contó Manuel con el ceño fruncido.
―Manu, como has dicho… a la tercera va la vencida.


El Diario de Patricia, una semana después…

El programa estaba en el descanso, Manuel se encontraba en uno de los camerinos, sabía que a la vuelta de publicidad sería su turno. Uno de los asistentes le había confirmado que su novia estaba entre el público, aunque él ya lo sabía, porque Raúl le mandó un sms justo antes de que le pidieran que apagara el móvil.
―Hola Manuel, encantada de conocerte ―dijo la presentadora entrando en el camerino.
―Hola Patricia, igualmente ―saludó dándole dos besos.
―Te veo nervioso, intenta relajarte. De mi parte, te deseo lo mejor. Acompáñame a la salita donde escucharás y verás todo lo que esté ocurriendo en plató. Cuando te llame, sales.

En el plató del programa…

La presentadora miró a la cámara y habló del siguiente tema de la tarde:
―¿Pueden los celos crear un malentendido que te haga perder al amor de tu vida? ¿Las apariencias engañan y lo que al principio crees que has visto no es tal?
Sonia escuchó las preguntas y se sintió identificada con el tema.
―Esta tarde, como podrán ver los telespectadores, tenemos una gran variedad de público… quiero hacerles una pregunta a algunos de los que nos acompañan ―habló Patricia.
La presentadora hizo algunas preguntas a varios del público hasta que llegó a Sonia.
―Hola, ¿qué opinas del programa? ¿Crees que puede ayudar a quienes vienen aquí?
―Creo que sólo por el hecho de venir y abrir su corazón ante todos, ya tiene su valor. ―Sonrió nerviosa―. Me gusta mucho tu programa y te agradezco la invitación.
―De nada Sonia… y ahora dime ¿Qué pensarías si te dijera que tengo un mensaje para ti?
Sonia se quedó blanca, no podía articular palabra, su corazón se disparó a mil por hora.
―¡Lo mato, yo lo mato!  ―exclamó nerviosa.
―Antes de matarlo, ¿por qué no lo escuchas? Por favor, acompáñame. ―Sonia siguió a Patricia y se sentó en uno de los sillones frente al público―. Mira esa pantalla y escucha el mensaje ―indicó Patricia.
La presentadora miró a la cámara y dijo:
―Manuel, puedes hablar.
―Sonia, estoy tan desesperado, que esto fue lo que se me ocurrió para que me escucharas. Yo no hice nada, te amo, eres la mujer de mi vida y quiero pedirte delante de toda España... que te cases conmigo. ¿De verdad crees que te traicionaría de esa manera?
Las lágrimas corrían por los ojos de Sonia al escuchar a Manuel, «sólo un loco enamorado haría algo así», pensaba entre sollozos. De pronto, lo vio aparecer; no había escuchado cuando Patricia le dijo que entrara en plató, estaba aturdida, todo lo que estaba ocurriendo le parecía un sueño.
El público se quedó en silencio, nadie se movía, todos miraban a Sonia. Ella, aún llorando, se levantó y corrió a los brazos de Manuel. Se abrazaron y delante de toda España se besaron.
Los espectadores irrumpieron en aplausos y vítores, mientras ambos se besaban. Manuel entre beso y beso, le pedía perdón y le decía que la amaba. La presentadora se acercó a ellos, e interrumpió el abrazo.
―Pareja, les agradecería que se sentarán, por favor ―pidió.
Agarrados de la mano, Sonia y Manuel se sentaron mirando a las personas del público que les sonreían. Raúl no hacía más que sacar fotos para inmortalizar el momento.
Patricia los miró y les comentó:
―Estoy muy satisfecha con la reacción de Sonia a las palabras de Manuel, no es habitual que ocurra esto en la primera intervención, lo que me lleva a preguntar ¿Sonia, que te conmovió de lo que dijo Manuel?
―En realidad todo, el simple hecho de haber venido a la televisión y pedirme perdón, además de declararse… es una demostración palpable de lo que significo para él… y bueno, ―lo miró apenada―, imagino que mis anteriores desplantes a su intento de arreglar las cosas, lo llevaron a tomar una decisión más drástica.
―¿Quiere decir, que ya había intentado la reconciliación?
―Sí, pero yo lo mandé a paseo ―contestó bastante comedida.
―Respetando la petición de Manuel, de no explicar con detalle la raíz del problema que te hizo enfadarte con él. ¿Por qué no le creíste cuando te dijo que no fue culpa suya?
―Los celos y el dolor me obcecaron, esa es la realidad ―respondió Sonia mirando a Manuel a los ojos.
Alguien le habló a Patricia por el pinganillo, interrumpiendo su conversación con Sonia y Manuel.
―Disculpen, nos dicen que hay una llamada importante que quiere entrar en directo. Buenas tardes, ¿dígame? ―habló Patricia.
―Hola, soy Victoria… quiero decir públicamente que es cierto lo que dijo Manuel, fui yo la que me lance a besarlo cuando vi llegar a Sonia, lo quería para mí y lo hice en un impulso. Me arrepiento y les pido perdón a los dos. ―El silencio invadió el lugar―. Sonia, tía, no lo pierdas.
Al cortarse la llamada, todo el público aplaudió mientras Sonia y Manuel volvían a besarse.
―Para terminar, Manuel, ¿quieres decir algo?
―Sólo que… ―Se giró hacía Sonia―, todavía no has contestado a mi declaración, así que vuelvo a repetírtela. ¿Te quieres casar conmigo?
―Antes de contestarte, quiero pedirte perdón por no escucharte, y además, decirte que te quiero un hue… ¡Uy perdón! ―Los asistentes estallaron en carcajadas―, que te quiero mucho.
Ambos se levantaron de sus asientos y se miraron divertidos, Sonia rodeó el cuello de Manuel con sus brazos y le susurró:
―Si quiero.
Él la besó profundamente, mientras la presentadora se despedía de su audiencia hasta el próximo programa, hablando de la fuerza del amor verdadero.









5 comentarios:

  1. Qué linda historia, Elizabeth!
    Feliz San Valentín <3

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  2. ¡Qué lindo relato, te felicito! Mientras lo leía pensaba, "¿y qué habría pasado si hubiera habido en verdad algo entre Victoria y Manuel consentido?". Quiero decir, ¿es posible que una relación se pueda salvar si alguno de los dos se tira "una canita al aire" una vez? Quiero decir, ¿es posible perdonar una infidelidad? Quiero decir, ¿es cierto que la monogamia existe, entendiendo como monogamia el pensar y desear SI Y SOLO SI A UNA PERSONA, y no a otras, no importa se consume o no el acto sexual? ¿Las sociedades son monógamas? ¿El hombre es naturalmente monógamo o es un comportamiento establecido? ¿Cuál es la diferencia entre que alguien "te ponga" y te lo guardes a que no te lo guardes? ¿No será que tenemos que revisar un poco esto de que "tengo ojos para ti y sólo para ti"? ¿No será que tenemos que revisar el asunto de los CELOS? ¿No será que el amor va más allá de todo eso? Todas estas preguntas se me dispararon después de leer tu relato.

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    1. Gracias Anna, y tienes razón en cuanto a la cantidad de dudas y/o preguntas que pueden surgir... pero también es verdad que a veces las apariencias engañan.

      Yo me pregunto, ¿si el hombre es monógamo por naturaleza o si la sociedad lo hizo monógamo?

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    2. Mira, yo creo que naturalmente no lo es, creo que la monogamia es más bien un comportamiento impuesto por la sociedad. Sin embargo, no en todas, por ejemplo, en la sociedad islámica el hombre puede ser polígamo, mientras que la mujer, guay, si no llega a ser monógama, pobre de ella. También creo que se le da muchísima más importancia de la que tiene al tema de la "fidelidad" (me refiero a lo sexual). Fijate, "fiel" viene de "fe", fíjate la carga terrible conque se condena el tener algo extra. La cosa pasa por otro lado, pienso yo. Las parejas tienen acuerdos. En todo caso, lo que es condenable es la mentira, o el engaño. Pero no sólo el sexual, sino cualquier tipo de engaño o mentira. Y, también pienso que ninguno de nosotros está libre de que un día qué se yo, se nos cruce alguien... y pensemos "qué fuerte que está"... y se de cierta química quizá momentánea, y sin que te des cuenta, suceda. He visto parejas (sobre todo mujeres) que aunque su novio-marido, etc. les pidan perdón, aunque haya sido sólo esa vez, rompen quizá un matrimonio con hijos. Creo que también nos hace más humanos el ser capaces de perdonar, y ver que hay ciertas cosas que a veces se van de las manos. En mi opinión, una pareja es amor, es ser compañeros de vida, es compartir la vida, es un concepto tan profundo que me suena hasta ridículo que porque a alguno de sus integrantes le pase lo anterior, no se permita una instancia de diálogo, de análisis de porqué ha sucedido eso. También está bueno saber que uno tiene unos ojos, que miran, que no es un monje, y que no está mal si una vez se te fue la mirada. En todo caso, creo que si todas estas cuestiones fueran aceptadas con más naturalidad, se evitarían muchas rupturas y sufrimientos. Por supuesto que hablamos de un desliz, ya si se pasa la frontera de por ejemplo, Fulano de tal, que vive con Fulana de tal, está casado con ella, tiene hijos con ella, pero además también le mantiene una casa a Mengana de tal, a quien le vive prometiendo que va a abandonar a Fulana de tal, que "se está separando", y Mengana lo espera, y se enamoró, ya estamos hablando de un crápula. Qué se yo....

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