Bendito sea el azar… eso he
pensando al terminar de leer esta historia, ¿Por qué?, simplemente porque
agradezco que me hiciera elegir de entre todas mis lecturas pendientes, esta.
¿Qué decir de esta novela sin
desvelar nada?

-Que al igual que ríes a
carcajadas, terminas llorando a moco tendido.
-Que es real como la vida misma…
y habrá muchos Nachos y muchas Noelias esperando que un hada o un Cupido unan
sus caminos.
-Que cuando terminas quieres más…
y sobre todo, que es muy cierto la frase final y es lo único que les voy a
desvelar:
“No, no son casualidades, sino
señales del destino.”
Es así, el destino que puede
llevarte a encontrar al amor de tu vida detrás de una pantalla de ordenador… y
si eres valiente, puede que incluso te llene tu muro de flores.
Poco más les quiero contar… solo
que Nacho es un hombre como la copa de un pino, pero en el fondo con muchos
miedos. Su mayor alegría es Estrella… pero es que se hace querer la joia, y
Noelia, ella es simplemente una mujer que necesita amor del bueno: mimos,
abrazos, canciones, flores… sencilla, apasionada, pero a veces insegura.
Sus caminos se cruzaron por las
manos del azar ¿?, de Cupido ¿? ¡Ahhhh!, eso, amigos, les invito a que lo
descubran leyendo esta divertida, entrañable y apasionada historia de amor.
A Laura y Helen solo decirles que
si ya es difícil escribir una novela… hacerlo a dos voces requiere de mucha
compenetración, y eso se nota en cada línea… Mis sinceras felicitaciones chicas,
les ha salido una historia PRECIOSA con MAYÚSCULAS.